Hábitos sostenibles: ¿Cómo llevar un modo de vida ecológica?

¿Cómo llevar un estilo de vida sostenible? ¿Es posible llevar una vida ecológica y que trate de perjudicar al medioambiente? Desde Elisa Muresan, nuestra firma de moda ecológica y artesanal, te contamos una serie de hábitos sostenibles que puedes practicar para que tu paso por el planeta sea mucho más amable y respetuoso con el entorno.

¿Qué es un modo de vida sostenible?

Si atendemos a la definición de sostenibilidad, un modo de vida sostenible consiste en llevar a cabo una serie de buenas prácticas para “asegurar las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de futuras generaciones”. Por tanto, los hábitos sostenibles no solo tienen en cuenta el respeto al medioambiente, sino que también inciden en el beneficio social.

10 hábitos y consejos para llevar un estilo de vida sostenible

1. Consumo consciente y responsable

Normalmente, basamos la elección de un producto o de un servicio en el binomio calidad-precio, pero el consumo responsable tiene en cuenta otros factores, como el impacto medioambiental y social que genera.

Favorecer el comercio local, apoyar iniciativas de comercio justo, respaldar a empresas de inserción social o sostener la economía circular son solo algunos ejemplos de otros muchos factores que puedes tener en cuenta a la hora de adquirir un artículo.

2. Reflexiona antes de comprar

¿Necesito realmente este producto? ¿Le voy a sacar partido? ¿Encaja con los valores que defiendo? Aunque muchas de las estrategias de marketing están orientadas precisamente a fomentar la compra impulsiva, un consumo consciente va de justamente lo contrario: de valorar si necesitamos una prenda, un nuevo móvil o un robot de cocina.

De igual modo, trata de organizarte bien con la compra de comida para evitar el desperdicio alimentario, ya que como recoge la BBC en esta noticia el 17 % de la producción total de alimentos en el mundo fue a parar a la basura según un estudio de 2019.

3. Reciclar

El reciclaje se ha convertido en una práctica habitual de una gran parte de la población. Es una de las 3 R (Reciclar, Reutilizar, Reducir) en las que más énfasis se pone en esta sociedad de consumo, pero no hay que olvidar la crucial importancia de las otras dos: reducir y reutilizar.  En este sentido, es preferible que compres frutas y verduras con tus propias bolsas de tela reutilizables a que lo hagas con las bolsas de plástico que luego reciclarás.

La responsabilidad del reciclaje también debe estar presente en los productores. Por ejemplo, en Elisa Muresan estamos en constante innovación para evitar al máximo cremalleras, botones y otros elementos que dificulten la separación y reciclaje de nuestras prendas, hechas para durar muchos, muchos años.

4. Reutilizar antes de reciclar

Si quieres adoptar un modo de vida más sostenible, evita comprar productos de “usar y tirar” y opta por los reutilizables, como por ejemplo, la copa menstrual o las pajitas de acero inoxidable. Del mismo modo, si tienes hábitos como pedir café para llevar, aporta tu propia taza. Son pequeños gestos a los que cada vez los comercios están más abiertos. Por otro lado, existen productos o envases que no están originalmente diseñados para tener más usos, pero a los que se puede seguir sacando partido con el mismo cometido o con otros. 

5. Reducir el consumo de bienes

Por supuesto, trata de reducir tu consumo: tanto de productos como de energía, agua y otros suministros que son finitos en nuestro planeta.

En Elisa Muresan diseñamos y fabricamos en nuestro taller de Zaragoza prendas atemporales hechas para durar, con patrones fácilmente combinables. Buscamos sobre todo que te sientas cómoda y a gusto con nuestras prendas para que les saques todo el partido que merece cada diseño. Como habrás oído alguna vez, “menos es más”, sobre todo, cuando aquello que tienes te llena plenamente.

6. Bienes de uso público

Recuerda que tienes a tu disposición bienes de uso público a los que puedes acceder de forma gratuita. Las bibliotecas son un estupendo ejemplo de ellos, con millares de ejemplares de libros a tu disposición o con ordenadores de uso libre.

7. Alquiler

Otra opción es el alquiler de bienes: desde los conocidos alquileres de coches a otros que están en alza, como el alquiler de ropa. En este ámbito, encontramos alternativas súper interesantes de economía circular como el alquiler de trajes regionales o de ropa de gala, a la que se le da un uso muy limitado.

8. Intercambio de bienes

El trueque se ha practicado desde la antigüedad. Otras veces, es muy probable que a ti te interese aprovechar algo de lo que tu vecino necesita deshacerse o viceversa. Recuerda que para consumir no siempre hay que comprar y el intercambio de bienes es un claro ejemplo de ello.

9. Apoyar el comercio local

El pequeño comercio permite la accesibilidad, fomenta la economía local, crea comunidad y sustenta la permanencia de los oficios y proyectos artesanos. Descubre la riqueza que hay en tu entorno y apoya sus propuestas. En este artículo te dábamos algunas ideas para fomentar el comercio local.

10. Defender el valor de un estilo de vida sostenible

Y, finalmente, no dudes en compartir las formas de llevar a cabo una vida sostenible con tus amigos, familia y comunidad. Aunque muchos días las noticias nos hagan pensar en un futuro desalentador, está en manos de todos promover el cambio con pequeños gestos y exigir a quienes ostentan el poder que la sostenibilidad sea una parte fundamental de la agenda política.

Elaboramos todo el proceso de creación de nuestras prendas en nuestro taller de Zaragoza con tejidos como el algodón orgánico, para los que exigimos el certificado GOTS la norma de referencia de los textiles orgánicos. En un contexto en el que la moda es la segunda industria más contaminante, en 2012 apostamos por encontrar otra forma de hacer moda con una perspectiva ética y ecológica. ¡Descubre nuestra tienda de ropa ecológica de mujer!